viernes, 28 de noviembre de 2008

PROXIMAMENTE UN AMIGO INTIMO DE DIOS

Friedrich Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en San Röcken, un pequeño pueblo en la provincia prusiana de Sajonia, cerca de Leipzig. Su nombre proviene del rey Federico Guillermo IV de Prusia, en cuyo cuadragésimo noveno aniversario nació. Sus padres eran Carl Ludwig Nietzsche (1813–1849), pastor luterano y preceptor privado en el ducado prusiano de Sajonia-Altenburgo, y Franziska Oehler (1826–1897). Su hermana Elisabeth Förster-Nietzsche nació en 1846, seguida por su hermano Ludwig Joseph en 1848. Tras la muerte del padre en 1849 y del hermano menor en 1850, la familia se trasladó a Naumburgo, donde vivió con su abuela materna y las hermanas solteras del padre bajo la vigilancia de Bemhard Dächsel, un magistrado local.

Hay una controversia sobre si Nietzsche abogaba por un único punto de vista de comprensión filosófica. Muchos cargan contra Nietzsche por la contradicción de sus pensamientos e ideas.
Una tesis alternativa en la contradicción de los escritos de Nietzsche es el de la perspectiva, o la idea de que Nietzsche usaba múltiples puntos de vista en su trabajo como un medio para retar al lector a considerar varias facetas de un tema. Si uno acepta su tesis, la variedad y número de perspectivas sirven como una afirmación de la riqueza de la filosofía. Esto no quiere decir que Nietzsche viera todas las ideas como igualmente válidas. Tenía aspectos en los que no estaba de acuerdo con respecto a otros filósofos como
Kant. Tampoco está claro dónde se posicionaba Nietzsche en cada tema. De cualquier modo, si uno mantiene los elementos en conflicto de sus escritos como algo intencionado o no, hay pocas dudas de que sus ideas siguen siendo influyentes.
Algunos filósofos han signado al estilo aforístico de Nietzsche como el responsable de estas aparentes contradicciones en su pensamiento, llegando a decir por ejemplo que «hay tantos Nietzsches como lectores». Esta afirmación es algo cómoda ya que sólo pretende facilitar la explicación de las contradicciones sin intentar desentrañar su sentido final.

PASTAFARISMO (HAY QUE REIRSE DE LA RELIGION PROPIA)

Hasta los años ochenta, las escuelas estadounidenses sólo podían impartir la doctrina teocéntrica del origen del universo (tal como se predica en la Biblia). Pero los tribunales federales empezaron a obligar a los colegios a que al menos dedicaran el mismo tiempo a las teorías evolucionistas. Los grupos cristianos más fundamentalistas se rebelaron, pero para fines de los años noventa se impusieron completamente las tesis darwinistas.
En
2004 el Consejo de Educación del Estado de Kansas ordenó a las escuelas estatales a que en las clases de biología se debería dar la misma cantidad de horas lectivas tanto a la teoría del diseño inteligente como a la teoría de la evolución.
En junio de
2005, Bobby Henderson publicó una carta abierta[4] protestando por esa norma arbitraria. Entonces pidió formalmente que el pastafarismo recibiera el mismo trato que las «conjeturas lógicas basadas en abrumadoras evidencias observables» (o sea, la teoría de la evolución) y que el diseño inteligente (o sea, la idea de que el universo fue creado por un Dios). Avisó que si no era así, «nos veremos forzados a proceder con acciones legales». Poco después, su sarcástica carta recibió dos respuestas[5] de dos simpatizantes, miembros del Consejo. A mediados de agosto recibió una tercera respuesta.
En los dos meses siguientes, creció de manera constante el tráfico en el
sitio web del Monstruo Volador de Espagueti de Henderson. La popularidad del sitio explotó en agosto cuando el Monstruo Volador de Espagueti apareció en varios blogs y sitios de noticias en internet. Pronto le siguieron artículos en los principales medios.
En la sección de últimas noticias del
sitio web de Henderson señala que el presidente de Estados Unidos George W. Bush y el senador Bill Frist han apoyado públicamente la enseñanza de las teorías no evolucionistas, de lo que Henderson deduce (humorísticamente) que apoyan las enseñanzas del pastafarismo. Sin embargo, ninguno de los dos mandatarios ha manifestado públicamente su posición sobre el pastafarismo.
Creencias
Muchas de las «creencias» propuestas por Henderson fueron elegidas con intención de parodiar los argumentos comúnmente usados por los defensores del diseño inteligente:
El
universo fue creado por un Monstruo Volador de Espagueti invisible e indetectable. Todas las evidencias que «erróneamente» apoyan la evolución han sido «plantadas» intencionadamente por este ser, con el objeto de poner a prueba la fe de sus fieles.
El MVE hace que todo parezca más viejo de lo que es en realidad. Por ejemplo, cuando un científico realiza un proceso de fechado por carbono en un objeto arqueológico, podría ver que aproximadamente 75% del carbono-14 se ha desintegrado, por emisión de neutrones, a nitrógeno-14, e inferir que este artefacto es de aproximadamente 10.000 años de antigüedad, ya que la vida media del carbono-14 parece ser de 5.730 años. Pero de lo que el científico no se da cuenta, es que cada vez que realiza la medición, el MVE está ahí, cambiando los resultados con Su apéndice tallarinesco.
Aunque el MVE posee un nombre, éste es tan hermoso y difícil de pronunciar que no sólo mata a quienquiera que lo intente, sino también a todo ser dentro de un radio de 6,0534 kilómetros. Este radio se duplica cuando uno trata de escribir o mecanografiar Su nombre. Esto fue hecho a propósito por el MVE sólo para entretenerse.
El
calentamiento global, los terremotos, los huracanes y otros desastres naturales son consecuencia directa de que desde los años 1800 ha disminuido el número de piratas. En el sitio de Henderson se presenta un gráfico que demuestra la correlación inversa entre la cantidad de piratas y las temperaturas mundiales. Este componente de la teoría acentúa la falacia lógica esgrimida por los creacionistas de que la correlación implica causa.
Bobby Henderson es el
profeta de esta Primera Iglesia Unida del Monstruo Volador de Espagueti (First United Church of the Flying Spaghetti Monster).
El símbolo principal es una cruz, que en vez de tener un Jesús crucificado, tiene un
tenedor para comer espaguetis.
Las oraciones a «Él» deben terminar siempre con la palabra «
RAmén» en vez de «Amén». Ramen es un tipo de fideo japonés.
Ejemplo:
Oh Tallarines que están en los cielos gourmetsSantificada sea tu harinaVenga a nosotros tus nutrientesHágase su voluntad en la Tierra como en los platosDanos hoy nuestras albóndigas de cada díay perdona nuestras gulas así como nosotros perdonamos a los que no te comen.No nos dejes caer en la tentación (de no alimentarnos de vos)y líbranos del hambre...RAmén.
La creencia Pastafari del cielo hace hincapié en estos dos puntos:
Tiene volcanes de cerveza hasta donde alcanza la vista
Tiene una fábrica de stripers.
Código de conducta
El monstruo continúa guiando invisiblemente la conducta de cada ser humano (creyente o no) por medio de Sus «apéndices tallarinescos».
Los pastafaris visten completamente con atuendo de
pirata.
El Capitán Mosey y los ocho Me gustaría mucho que no
Los Me gustaría mucho que no son una parodia de los
Diez Mandamientos. Cuando Mosey el capitán pirata (una parodia del Moisés bíblico) estaba en la cima del Monte Salsa, recibió consejo del MVE en forma de diez tablas de piedra. Éstas fueron llamadas los "Me gustaría mucho que no" por el MVE, "Mandamientos" por Mosey, y "Condimentos" ("Commandments" es Mandamientos en inglés) por su tripulación pirata, que no había escuchado antes la palabra "Mandamientos." Aunque originalmente había diez, dos se cayeron mientras Mosey bajaba de la montaña. Esto explica, al menos en parte, los laxos estándares morales de los pastafaris. Los mandamientos del MVE se refieren al tratamiento con la gente de otras fes, la adoración a Él, la conducta sexual, y la nutrición.
Me gustaría mucho que no actuases como un imbécil santurrón que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca santidad. Si algunos no creen en mí, no pasa nada. En serio, no soy tan vanidoso. Además esto no es acerca de ellos así que no cambies de tema.
Me gustaría mucho que no usases mi existencia como un medio para oprimir, subyugar, castigar, eviscerar, o... ya sabes, ser malo con otros. Yo no requiero sacrificios, y la pureza es para el agua potable, no para la gente.
Me gustaría mucho que no juzgases a las personas por su aspecto, o cómo visten, o la manera en que hablan, o... mira, solo sé bueno, ¿vale? Ah, y que te entre en la cabeza: mujer = persona, hombre = persona,
Samey = Samey. Ninguno es mejor que el otro, a menos que hablemos de moda claro, lo siento, pero eso se lo dejé a las mujeres y a algunos hombres que conocen la diferencia entre verde mar y fucsia.
Me gustaría mucho que no tuvieras una conducta que te ofenda a ti mismo, o a tu compañero amoroso mentalmente maduro y con edad legal para tomar sus propias decisiones. Respecto a cualquier otro que quiera objetar algo, creo que la expresión es "jódete", a menos que lo encuentren ofensivo, en cuyo caso pueden apagar el televisor y salir a caminar, para variar.
Me gustaría mucho que no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas, y de odio de otros con el estómago vacío. Come, luego ve tras los cabrones.
Me gustaría mucho que no construyeras iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi tallarinesca santidad cuando el dinero podría ser mejor gastado en (tú eliges):
Terminar con la pobreza.
Curar enfermedades.
Vivir en paz, amar con pasión, y bajar el precio de la televisión por cable.Puedo ser un ser omnipresente de carbohidratos complejos, pero disfruto de las cosas sencillas de la vida. Yo lo sé, para eso SOY el creador.
Me gustaría mucho que no fueses por ahí contándole a la gente que te hablo. No eres tan interesante. Madura ya. Te dije que amaras a tu prójimo, ¿no entiendes las indirectas?
Me gustaría mucho que no le hicieses a los otros lo que te gustaría que te hiciesen a ti si te van las... eh... las cosas que usan mucho cuero/lubricante/Las Vegas. Si a la otra persona también le interesa (conforme a #4), entonces disfrútenlo, sáquense fotos, y por el amor de Mike ¡usen un PRESERVATIVO! En serio, es un pedazo de goma. Si no hubiera querido que disfrutaran al hacerlo habría añadido pinchos, o algo.
Beneficios de la conversión
Henderson dio las siguientes razones para convertirse al pastafarismo:
Los pastafaris tienen una
moral laxa, como los espagueti que adoran.
Todos los viernes son fiesta.
En el cielo, encontrarás un volcán de cerveza y una fábrica de stripers.
Argumentos acerca de la existencia del MVE


Valla publicitaria en Baltimore:"Cree en tu señor tallarinesco, cariño".
Según Brian D. Rabern, profesor del departamento de Filosofía de la
Universidad de California en Santa Bárbara, se pueden presentar varios argumentos ontológicos y cosmológicos acerca de la existencia del Monstruo Volador de Espagueti :
Argumento ontológico del MVE
(Parafraseando las premisas ontológicas de
San Anselmo de Canterbury)
Premisa 1: el Monstruo Volador de Espagueti es un ser que tiene toda perfección.
Premisa 2: la existencia es una perfección.
Conclusión: por lo tanto el Monstruo Volador de Espagueti existe.
El argumento cosmológico del MVE
(Estilo
Kalam)
Premisa 1: la existencia de todo lo que comienza a existir tiene una causa.
Premisa 2: el universo comenzó a existir.
Conclusión 1: por lo tanto la existencia del universo tiene una causa.
Premisa 3: como no hay una explicación científica que pueda elucidar la causa del origen del universo, esta causa debe ser sobrenatural, o sea el universo fue creado por un
dios.
Conclusión 2: por lo tanto, un dios existe (o no).
Premisa 4: los dioses siempre han creado a los humanos a su propia imagen y semejanza.
Premisa 5: el cerebro de los humanos parece una fuente de espaguetis.
Conclusión 3: por lo tanto, el Monstruo Volador de Espagueti es el único Dios verdadero.
Argumento ontológico del MVE
Premisa 1: se puede imaginar el ser más grande (del que no se pueda imaginar uno más grande).
Premisa 2: si no existe un ser a partir del cual no se puede imaginar uno más grande, de todos modos yo podría imaginar uno más grande que ese ser del cual no se podía imaginar uno más grande (o sea, un ser a partir del cual realmente ya no se pueda imaginar uno más grande).
Premisa 3: no es posible imaginar un ser más grande que un ser del cual ya no es posible imaginar uno más grande.
Conclusión 1: por lo tanto, existe un ser del que no se puede imaginar uno más grande.
Premisa 4: si ese ser no tiene un Apéndice Tallarinesco, entonces yo podría imaginar un ser más grande que ese ser: uno que tuviera un Apéndice Tallarinesco.
Conclusión 2: por lo tanto, el ser del que no se puede imaginar uno más grande tiene un Apéndice Tallarinesco.
Conclusión 3: por lo tanto, el ser del que no se puede imaginar uno más grande tiene un Apéndice Tallarinesco y existe
Conclusión 4: por lo tanto, el Monstruo Volador de Espagueti existe.
Conclusión 5: por lo tanto, el Monstruo Volador de Espagueti es todo poderoso. ¡Ramén!

LA METAFÍSICA REALISTA (NADA QUE VER CON LA BASURA DE COELHO)

Estructura del ser se nos va a dividir entres problemas, la estructura del ser en general; segundo la estructura de la substancia, y en tercer lugar, la estructura de lo que podríamos llamar la realización.
La estructura del ser en general es un problema muy difícil. En un lugar, al principio de la lógica, en el libro de las categorías, hace Aristóteles una acometida con el problema del ser. El quiere encontrar aquellos puntos de vista desde los cuales podemos considerar cualquier ser, el ser en general, y pretende fijarlos conceptualmente.
Los puntos de vista para decir que ese ser es lo que es:
La primera manera de atribuir al sujeto un predicado, le llama Aristóteles, substancia. La cantidad, La cualidad, La relación, El lugar, El tiempo, La acción, La pasión.
Desde el punto de vista lógico las menciona como predicables o predicamentos: son los atributos más generales que se pueden hacer en la formación de juicios. Desde el punto de vista ontológico las considera como las formas elementales de todo ser.
La substancia es para Aristóteles lo que existe; pero no solo lo que existe, sino lo que existe en unidad indisoluble con lo que es, con su esencia, y no sólo con su esencia, sino con sus accidentes,
De modo que la substancia responde primero a la pregunta: ¿Quién es? La respuesta es: la substancia.
La materia y la forma: constituyen una unidad que se llama la substancia, unidad que es absolutamente indivisible, por que si la dividimos deja de ser.
La forma-materia, es la respuesta a que es el ser.
Real y posible la materia no tiene posibilidad más que en tanto en cuanto recibe forma.
Aristóteles llama “acto” al resultado del advenimiento al ser; llama “potencia” a la materia, pero en tanto en cuanto va a ser.
La estructura de la realización en Aristóteles es la teoría de las causas. Distingue de cada cosa cuatro causas: La causa material; es aquello de que están hechas las cosas, la causa formal; aquello que la cosa va ser, la causa eficiente; aquello con lo que esta hecha la cosa y la causa final; el propósito el fin para la cual está hecha la cosa.
Las substancias son, existen, y además de ser y existir son inteligibles; nosotros podemos entenderlas. Son inteligibles porque su ser se descompone en el ser puro y simple existencial y en esencia inteligible, la vieja idea de Platón, que ha descendido del cielo a la tierra, para juntarse con la existencia y dar la substancia.
La teoría del conocimiento es de una sencillez extraordinaria. Refleja esa misma estructura de la substancia. Para Aristóteles conocer significa dos cosas. Formar conceptos y aplicar esos conceptos.
Hasta Aristóteles las tesis fundamentales de todo realismo, diferentes respuestas dadas a la pregunta ¿Qué existe?
1. existen las cosas
2. existen las cosas como inteligibles
3. existe inteligencia, pensamiento, Dios
4. el hombre es una de las cosas que existen.
5. el hombre es inteligente relativamente.
6. el hombre conoce que las cosas son y lo que las cosas son.
7. la actividad suprema del hombre consiste en el conocimiento.

ONTOLOGÍA DE PARMÉNIDES

El pensamiento de Parménides madura, crece, en vigor y en esplendor, conforme va acometiendo la crítica de Heráclito.
Se enfrenta con la solución que Heráclito da al problema metafísico. Analiza esta solución y encuentra que una cosa es y no es al mismo tiempo, puesto que el ser consiste en estar siendo, en fluir en devenir.
Dice Parménides que esto es absurdo, es ininteligible, no hay quien la entienda.
El ser es; el no ser, no es. Y todo lo que sea salirse de eso es descabellado, es lanzarse, precipitarse en la sima del error.
Parménides no solo critica a Heráclito sino que añade una construcción metafísica propia. Parménides de descubrir el principio lógico del pensamiento, que formula en estos términos categóricos y estrictos: El ser es; el no ser, no es.
Este principio que descubre Parménides y que los lógicos actuales llaman principio de identidad, le sirvió de base para su construcción metafísica. Parménides dice: en virtud de ese principio de identidad, en virtud del principio de que el ser es, y el no ser no es, principio que nadie puede negar sin declararse loco. Podemos afirmar, lo primero que el ser es único, pero además podemos afirmar que es eterno. El ser es inmutable no puede cambiar. Por consiguiente no tiene límites por que no está en ninguna parte y es ilimitado. El ser es inmóvil porque moverse de un lugar para estar en otro. Por que esto supone que el lugar donde está es más amplio.
Con ese sentido de coherencia lógica que tienen los niños saca la conclusión: este mundo abigarrado de colores, sabores, de olores, de movimiento, de la multiplicidad de los seres, de su variedad, de su movimiento, todo este mundo sensible, es una apariencia, es una ilusión de nuestros sentidos, una ilusión de nuestra facultad de percibir.
En realidad, el ser es único, inmutable, eterno, ilimitado, inmóvil.
Declara entonces Parménides, resueltamente, que la percepción sensible es ilusoria. Lo que hay en es un mundo sensible y un mundo inteligible.
El mundo sensible es absurdo, porque si lo analizamos bien, tropieza a cada instante con la rígida afirmación racional de la lógica, que es: el ser es, y el no ser no es.
El mundo sensible es ininteligible. Por eso frente al mundo sensible que tocamos, pero que no podemos comprender, coloca Parménides un mundo que no podemos comprender, coloca Parménides un mundo que no vemos, no tocamos, del que no tenemos imaginación ninguna pero que podemos comprender.
Zenón de Elea se propone pulir, una serie de argumentos incontrovertibles que demuestran que el movimiento es impensable; que no podemos racionalmente, pensarlo, por que llegamos a absurdos.
A Platón lo convence Zenón; tanto que en el problema de la metafísica elimina el movimiento del mundo inteligible, y lo deja recluido, como los eleáticos, en el mundo sensible, en el mundo de la apariencia.
La importancia que Parménides tiene para la filosofía actual es que tenemos del ser una concepción estática en vez de tener una concepción dinámica.

¿QUÉ ES LA ONTOLOGÍA?

Ontología significa “teoría del ser”. Las dos grandes divisiones que podemos hacer en la filosofía son la ontología y la gnoseología, la teoría del saber, del conocer.
¿Qué es el ser? La pregunta es incontestable ya que exige una definición del ser. Una definición supone reducir ese algo en un carácter más general, incluir ese algo en un concepto más general todavía que él.
Definir un concepto consiste en incluir este concepto en otro que sea más extenso, si nos proponemos definir al ser, tendremos que tener a mano conceptos que cubran mayor cantidad de ser que el concepto del ser. Pero el concepto de ser en general es el que cubre mayor cantidad de ser. Por consiguiente, no hay otro más extenso, por medio del cual pueda ser definido.
Hegel, acaba por identificar el concepto de ser con el concepto de nada. Del ser no podemos predicar nada, igual que da la nada. Y por otra parte del ser lo podemos predicar todo que equivale exactamente a no poder predicar nada.
Esto nos invita a ya no preguntar que es, sino: ¿Quién es el ser? Esta pregunta tiende, no a definir, sino a señalar el ser, para intuir directamente y sin definición ninguna. Supone pues, la distinción entre el ser, que lo es de verdad, y el ser, que no lo es de verdad.
El ser tiene dos significados: uno, el ser en sí; el otro, el ser en otro.
La palabra ser significa, por una parte, existir, estar ahí. Por otra parte significa tambien consistir, ser esto, ser lo otro.
Las dos preguntas con la que iniciamos este razonamiento, ¿quién es el ser? Y ¿qué es el ser?; aplicadas esas dos preguntas a los dos sentidos del verbo “ser” sustantivado, tenemos: primera pregunta: ¿Qué es existir? Segunda pregunta: ¿Quién existe? Tercera pregunta: ¿Qué es consistir?, y cuarta pregunta: ¿Quién consiste?
¿Qué es existir? Resulta evidente que no puede responderse.
La segunda pregunta ¿Quién existe? A esta pregunta basta responder yo existo, el mundo existe, Dios existe, las cosas existen.
La tercera pregunta ¿Qué es consistir? Puede decirse en qué consiste la consistencia; por que efectivamente, como quiera yo advierto que unas cosas consisten en otras, no todas consisten en la misma.
La cuarta: ¿Quién consiste?, no tiene contestación, puede tener contestación, por que lo único que cabría decir es que no sabemos quién consiste.
¿Quién existe? La metafísica es la encargada de decir quién es el ser.
¿Qué es consistir? Esta constituye la teoría del objeto, la teoría de la objetividad.
La palabra latina que designa cosas, es “res”. Esta respuesta primordial, y primitiva, natural, lleva en la historia de la metafísica el nombre de realismo, de la palabra, “res”. A la pregunta ¿quién existe? Contesta el hombre naturalmente: Existen las cosas -“res”-
Y esta respuesta es el fondo esencial del realismo metafísico.
El realismo empezó desde Lugo en Grecia: y empezó discerniendo entre las cosas. Los griegos fueron los inventores de eso que se llama filosofía.
El más antiguo filósofo griego se llamaba Thales y era de la ciudad de Mileto. Este hombre buscó entre las cosas cuál sería el principio de todas las demás, dictaminó que esta cosa era el agua.
Anaximandro, también creyó que el principio de todas las cosas era algo material; tomó el “apeiron”, algo material pero indeterminado, de ese infinito o indefinido se derivasen las demás cosas.
Anaxímenes, tomó el aire.
Empédocles, inventó la teoría de que eran cuatro las cosas realmente existentes. Los cuatro elementos de Empédocles atravesaron toda la historia del pensamiento griego, entraron de rondón en la física de Aristóteles, llegaron hasta la Edad Media y mueren al principio del Renacimiento.
Pitágoras encuentra el origen en una cosa, pero que no se ve, no es accesible a los sentidos. Esa cosa es el número.
Heráclito encuentra que ninguna de estas contestaciones tiene razón. Proclama entonces, nunca vemos dos veces lo mismo, por próximos que sean los momentos. No hay pues un ser estático de las cosas. (Devenir).
Parménides cambia por completo la faz de la filosofía, la faz del pensamiento metafísico, y empuja el pensamiento filosófico y metafísico por la senda en la cual estamos todavía hoy.

LA INTUICIÓN

La intuición se nos ofrece, en primer término, como un medio de llegar al conocimiento de algo, y se contrapone al conocimiento discursivo. Tenemos, pues, una paradoja de métodos opuestos que son el método discursivo y el método intuitivo.
El método discursivo es, esencialmente un método indirecto. En vez de ir el espíritu recto al objeto, se pasea, por decirlo así, alrededor del objeto, lo considera y contempla en múltiples puntos de vista; lo va abarazando cada vez más de cerca, hasta que por fin consigue forjar un concepto que se aplica perfectamente a él.

El método discursivo cosiste en un acto único del espíritu que de pronto, súbitamente, se lanza sobre el objeto, lo aprehende, lo fija, lo determina por una sola visión del alma.

La intuición sensible es la intuición que tenemos todos, es una comunicación directa entre mí y el objeto. Por consiguiente la intuición sensible, está por su esencia atada a la singularidad del objeto, no puede servir en filosofía, la cual, por su esencia, se endereza a la universalidad o generalidad de los objetos.

La intuición espiritual, consiste en una sola visión del espíritu, con una evidencia inmediata, directa y sin necesidad de demostración, que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo.

La intuición real, penetra al fondo mismo de la cosa, que llaga a captar su esencia, su existencia, su consistencia. Esta intuición que directamente va al fondo de la cosa, es la que aplican los filósofos. Se divide en tres clases:

La intuición intelectual: tiene en el objeto su correlato exacto, todo acto del espíritu en su integridad, se endereza hacia los objetos, y el acto del sujeto tiene entonces siempre su correlato objetivo. (Esencia del objeto)
La intuición emotiva: tiene también su correlato en el objeto. No es ya la esencia del objeto, no es ya lo que el objeto es, sino el valor del objeto, lo que el objeto vale.
La intuición volitiva: en esta intuición es donde los motivos que chocan son derivados de la voluntad, derivados del querer, tienen también su correlato en el objeto. No se refiere ni a su esencia, como la intelectual, ni al valor del objeto como la emotiva, sino que se refiere a la existencia, a la realidad existencial del objeto.

Los representantes filosóficos:
La intuición emotiva con el pensamiento de San Agustín, en la época moderna Espinosa y Hume. La intuición volitiva con el alemán Fichte.
La intuición intelectual con Platón en la antigüedad, Descartes y los alemanes Schelling y Schopenhauer en época moderna.

El error consiste en querer aplicar uniformemente una sola de ellas a todos los planos y a todas las capas del ser.

EL METODO DE LA FILOSOFÍA

El método de la filosofía, puede, definirse, describirse; pero la definición que de él se dé, la descripción que de él se haga, será siempre externa, será siempre formularia; no tendrá contenido vivaz.
Los principales métodos que se usan: una primera disposición de ánimo es absolutamente indispensable. Necesitara una disposición infantil. El que quiere ser filósofo necesitará puerilizarse, infantilizarse, hacerse como un niño pequeño.
Dice Platón que la primera virtud del filósofo es admirarse. Admirarse, sentir esa divina inquietud, que hace que donde otros pasan tranquilos, sin vislumbrar siquiera que hay un problema, el que tiene una disposición filosófica está siempre inquieto, intranquilo, percibiendo en la más mínima cosa problemas, arcanos, misterios, incógnitas, donde los demás no ven.
Otra disposición es la que pudiéramos llamar el espíritu de rigor en el pensamiento, la exigencia de rigor, la exigencia de exactitud. Tiene dos aspectos fundamentales. Por una parte ha de llevarnos a eliminar lo más posible de nuestras consideraciones las cómodas pero perfectamente inútiles tradiciones de la sabiduría popular. La filosofía tiene que llevar a la dilucidación de sus problemas un rigor metódico, que es incompatible con la excesiva facilidad con que estas concepciones de la sapiencia popular pasan de mente en mente y arraigan en la mayor parte de los espíritus. Por otro lado, habremos de reaccionar con no menos violencia contra el defecto contrario, que es el de figurarse que la filosofía tiene que hacerse como ciencias; que la filosofía no puede sino ser la síntesis de los resultados obtenida por las ciencias positivas.
Habremos, de huir de las atropelladas generalidades de la sapiencia popular y de las no menos atropelladas generalizaciones de la ciencia.
Si seguimos rápidamente los métodos de los filósofos de la antigüedad podremos rastrear algunos de los elementos fundamentales del método filosófico.
Sócrates es, en realidad el primer filósofo que nos habla de su método. Él mismo lo denominó la mayéutica. Preguntar.
Este método socrático de la interrogación, de la pregunta y la respuesta, es el que Platón, discípulo de Sócrates, perfecciona. Y la convierte en lo que él llama la dialéctica.
El mito de la reminiscencia dice que todos tenemos un conocimiento superior no total que adquirimos en otro mundo, pero que en este mundo solo recordamos fragmentos, la misión que tenemos es recordarla por medio de esas preguntas.
Platón ocupaba de estas historias que el llamaba mitos para enseñar.
La dialéctica para Platón consiste en una contraposición de intuiciones sucesivas, que cada una de ellas aspira a ser la institución plena de la idea, del concepto, de la esencia, pero como no puede serlo, la intuición siguiente, contrapuesta a la anterior, rectifica y mejora aquella anterior.
Por su parte Aristóteles, amigo de Platón, se esfuerza por encontrar la ley en virtud de la cual de una afirmación pasamos a la siguiente; este es el origen de lo que llamamos lógica o teoría de la inferencia, de una proposición.
Las leyes del silogismo, sus formas, son, pues, el desenvolvimiento que Aristóteles hace de la dialéctica.
Esta concepción de lógica es heredada de Aristóteles por los filósofos de la edad media.
Los escolásticos principalmente Santo Tomás de Aquino, completan el método de la prueba, el método del silogismo, con una especie de reviviscencia de la dialéctica platónica; y además pone en columnas separadas las opiniones de los distintos filósofos, que son unos a favor y otros en contra; los critica a unos y a otros, y extrae de ellas lo que puede ser verdadero o falso.
A partir del Renacimiento y muy especialmente a partir de Descartes, el método cambia completamente de cariz, y el acento va a recaer, no tanto sobre la discusión posterior a la intuición, como sobre la intuición misma y los métodos para lograrla. Los caminos que conducen a esa intuición son los que a Descartes principalmente le interesan. El método es, ahora preintuitivo, y tiene como propósito esencial lograr la intuición. La intuición solo se logra buscándola, lo que quiere decir dividiendo todo objeto que se nos ofrezca oscuro en partes, hasta que una de esas partes nos sea clara; entonces ya tenemos la intuición.
El mundo para Platón es distinto al mundo en que vivimos. El mundo de las ideas, diferente del mundo real es un mundo trascendente, por que es distinto.
La verdad es trascendente a las cosas.
La idea, es trascendente al objeto que vemos y tocamos.
Para Descartes es inminente, forma parte, del mismo mundo de la sensación y de la percepción sensible, y no de otro mundo distinto.
De modo que el método cartesiano, postula la inminencia del objeto filosófico.
En el siglo XIX los filósofos alemanes escuelas filosóficas llamadas filosofía romántica, consideran que el método esencial de la filosofía es lo que ellos llaman la intuición intelectual. Esta se entiende como términos que se despiden el uno del otro, que se repelen, puesto que la intuición es un acto simple, por medio del cual captamos la realidad de algo, y en cambio intelectual alude al tránsito o pasa de una idea a otra, a lo que Aristóteles desenvuelve bajo la forma de la lógica.
Son dos momentos en el método filosófico: un primer momento de intuición fundamental, intelectual. El filósofo alemán de la época romántica tiene en su vida una especie de iluminación mística, una intuición intelectual, que lo hace penetrar en la esencia misma de la verdad; y luego esa intuición es la que desenvuelve poco a poco, en formas variadísimas, en la filosofía de la naturaleza, en la filosofía del espíritu, en la de la historia, en múltiples libros. Es lo que llamaban ellos entonces la construcción del sistema. Por eso su filosofía llevaba siempre dos movimientos. Un movimiento místico, lo absoluto, y luego otro movimiento de eflorescencia y de explicitación de lo absoluto en sus formas múltiples, del arte, de la naturaleza, del espíritu, de la historia, del hombre, etcétera.
Esta manera o método de filosofar domina en una o en otra forma en Alemania desde 1800 hasta 1870 aproximadamente. Cuando esta manera de filosofar decae, es sustituida por otro estilo de filosofar que implica, naturalmente otro método de filosofía.