viernes, 28 de noviembre de 2008

EL METODO DE LA FILOSOFÍA

El método de la filosofía, puede, definirse, describirse; pero la definición que de él se dé, la descripción que de él se haga, será siempre externa, será siempre formularia; no tendrá contenido vivaz.
Los principales métodos que se usan: una primera disposición de ánimo es absolutamente indispensable. Necesitara una disposición infantil. El que quiere ser filósofo necesitará puerilizarse, infantilizarse, hacerse como un niño pequeño.
Dice Platón que la primera virtud del filósofo es admirarse. Admirarse, sentir esa divina inquietud, que hace que donde otros pasan tranquilos, sin vislumbrar siquiera que hay un problema, el que tiene una disposición filosófica está siempre inquieto, intranquilo, percibiendo en la más mínima cosa problemas, arcanos, misterios, incógnitas, donde los demás no ven.
Otra disposición es la que pudiéramos llamar el espíritu de rigor en el pensamiento, la exigencia de rigor, la exigencia de exactitud. Tiene dos aspectos fundamentales. Por una parte ha de llevarnos a eliminar lo más posible de nuestras consideraciones las cómodas pero perfectamente inútiles tradiciones de la sabiduría popular. La filosofía tiene que llevar a la dilucidación de sus problemas un rigor metódico, que es incompatible con la excesiva facilidad con que estas concepciones de la sapiencia popular pasan de mente en mente y arraigan en la mayor parte de los espíritus. Por otro lado, habremos de reaccionar con no menos violencia contra el defecto contrario, que es el de figurarse que la filosofía tiene que hacerse como ciencias; que la filosofía no puede sino ser la síntesis de los resultados obtenida por las ciencias positivas.
Habremos, de huir de las atropelladas generalidades de la sapiencia popular y de las no menos atropelladas generalizaciones de la ciencia.
Si seguimos rápidamente los métodos de los filósofos de la antigüedad podremos rastrear algunos de los elementos fundamentales del método filosófico.
Sócrates es, en realidad el primer filósofo que nos habla de su método. Él mismo lo denominó la mayéutica. Preguntar.
Este método socrático de la interrogación, de la pregunta y la respuesta, es el que Platón, discípulo de Sócrates, perfecciona. Y la convierte en lo que él llama la dialéctica.
El mito de la reminiscencia dice que todos tenemos un conocimiento superior no total que adquirimos en otro mundo, pero que en este mundo solo recordamos fragmentos, la misión que tenemos es recordarla por medio de esas preguntas.
Platón ocupaba de estas historias que el llamaba mitos para enseñar.
La dialéctica para Platón consiste en una contraposición de intuiciones sucesivas, que cada una de ellas aspira a ser la institución plena de la idea, del concepto, de la esencia, pero como no puede serlo, la intuición siguiente, contrapuesta a la anterior, rectifica y mejora aquella anterior.
Por su parte Aristóteles, amigo de Platón, se esfuerza por encontrar la ley en virtud de la cual de una afirmación pasamos a la siguiente; este es el origen de lo que llamamos lógica o teoría de la inferencia, de una proposición.
Las leyes del silogismo, sus formas, son, pues, el desenvolvimiento que Aristóteles hace de la dialéctica.
Esta concepción de lógica es heredada de Aristóteles por los filósofos de la edad media.
Los escolásticos principalmente Santo Tomás de Aquino, completan el método de la prueba, el método del silogismo, con una especie de reviviscencia de la dialéctica platónica; y además pone en columnas separadas las opiniones de los distintos filósofos, que son unos a favor y otros en contra; los critica a unos y a otros, y extrae de ellas lo que puede ser verdadero o falso.
A partir del Renacimiento y muy especialmente a partir de Descartes, el método cambia completamente de cariz, y el acento va a recaer, no tanto sobre la discusión posterior a la intuición, como sobre la intuición misma y los métodos para lograrla. Los caminos que conducen a esa intuición son los que a Descartes principalmente le interesan. El método es, ahora preintuitivo, y tiene como propósito esencial lograr la intuición. La intuición solo se logra buscándola, lo que quiere decir dividiendo todo objeto que se nos ofrezca oscuro en partes, hasta que una de esas partes nos sea clara; entonces ya tenemos la intuición.
El mundo para Platón es distinto al mundo en que vivimos. El mundo de las ideas, diferente del mundo real es un mundo trascendente, por que es distinto.
La verdad es trascendente a las cosas.
La idea, es trascendente al objeto que vemos y tocamos.
Para Descartes es inminente, forma parte, del mismo mundo de la sensación y de la percepción sensible, y no de otro mundo distinto.
De modo que el método cartesiano, postula la inminencia del objeto filosófico.
En el siglo XIX los filósofos alemanes escuelas filosóficas llamadas filosofía romántica, consideran que el método esencial de la filosofía es lo que ellos llaman la intuición intelectual. Esta se entiende como términos que se despiden el uno del otro, que se repelen, puesto que la intuición es un acto simple, por medio del cual captamos la realidad de algo, y en cambio intelectual alude al tránsito o pasa de una idea a otra, a lo que Aristóteles desenvuelve bajo la forma de la lógica.
Son dos momentos en el método filosófico: un primer momento de intuición fundamental, intelectual. El filósofo alemán de la época romántica tiene en su vida una especie de iluminación mística, una intuición intelectual, que lo hace penetrar en la esencia misma de la verdad; y luego esa intuición es la que desenvuelve poco a poco, en formas variadísimas, en la filosofía de la naturaleza, en la filosofía del espíritu, en la de la historia, en múltiples libros. Es lo que llamaban ellos entonces la construcción del sistema. Por eso su filosofía llevaba siempre dos movimientos. Un movimiento místico, lo absoluto, y luego otro movimiento de eflorescencia y de explicitación de lo absoluto en sus formas múltiples, del arte, de la naturaleza, del espíritu, de la historia, del hombre, etcétera.
Esta manera o método de filosofar domina en una o en otra forma en Alemania desde 1800 hasta 1870 aproximadamente. Cuando esta manera de filosofar decae, es sustituida por otro estilo de filosofar que implica, naturalmente otro método de filosofía.

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